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Jueves 25 de Abril 2024

Muere crítico de la modernidad líquida

 

El sociólogo polaco Zygmunt Bauman se abocó al estudio del consumismo, la globalización y las identidades


El creador del concepto “modernidad líquida”, el sociólogo y filósofo polaco Zygmunt Bauman, falleció ayer a los 91 años en la ciudad inglesa de Leeds, con él se marcha uno de los críticos que desmenuzó y expuso a la sociedad contemporánea, individualista, nihilista e hiperconsumista, de acuerdo con información del diario Gazeta Wyborzca, que incluye a Bauman, ganador del premio Príncipe de Asturias de Comunicación en 2010, entre los intelectuales “clave para entender el siglo XX”.

Bauman nació en 1925 en Poznan, Polonia.

En 1968 y como secuela de una campaña nacionalista y antisemita se vio forzado –junto con otros miles polacos de raíces judías– a marcharse de su país. El sociólogo polaco centró sus estudios en la modernidad, de la cual fue su mayor analista, fue el creador del concepto “modernidad líquida” que trasladó a libros como Modernidad y holocausto o Modernidad líquida.

Bauman formuló que en la modernidad líquida “las identidades son semejantes a una costra volcánica que se endurece, vuelve a fundirse y cambia constantemente de forma”. Planteó que en la modernidad líquida, el único valor consiste en la necesidad de hacerse una identidad flexible y versátil que haga frente a las distintas mutaciones que el sujeto enfrentará durante toda su vida.

El polaco Zygmunt Bauman trabajaba como sociólogo y profesor emérito de Sociología en la Universidad de Leeds (Inglaterra) desde hace más de 30 años, y caracterizó su obra por una visión crítica de la sociedad posmoderna y globalizada.

Bauman comenzó a escribir su obra en la década de los años 50, y se abocó al estudio de las clases sociales, al socialismo, holocausto, la modernidad y la posmodernidad, el consumismo, la globalización y la pobreza.

Bauman nació en Poznan, Polonia, en 1925, en el seno de una familia judía humilde, en 1939 huyó del nazismo y trasladó su residencia junto con su familia a la ex Unión Soviética, después de alistarse en el Ejército polaco en el frente ruso, regresó a su país; donde durante años impartió clases de filosofía y sociología en la Universidad de Varsovia.

En el transcurso de una purga antisemita en 1968, tanto él como su esposa, Janina, perdieron su trabajo en Polonia, y se exiliaron en Israel, donde comenzó a impartir clases en la Universidad de Tel Aviv. Durante 15 años sufrió la persecución de los servicios secretos polacos, fue expulsado de la universidad y le prohibieron publicar sus trabajos.

En su último libro, Vivir con el tiempo prestado, que publicó en 2009, analiza el estado actual y los retos a los que se enfrenta un mundo globalizado en el que todo, la naturaleza y el propio ser humano, parece haberse convertido en mercancía y los seres humanos son meros consumidores.