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Viernes 29 de Marzo 2024

Códigos de vestimenta más flexibles generan confusión

 

NUEVA YORK (AP) — Goldman Sachs preguntó en su cuenta de Twitter a sus empleados qué prendas prefieren lucir ahora que los códigos de vestimenta se han liberalizado. ¿La combinación ganadora? “Capucha y zapatillas”, con el 38% de las preferencias. Pero “traje” quedó en un sólido segundo lugar, con el 28%. La opción que menos […]


NUEVA YORK (AP) — Goldman Sachs preguntó en su cuenta de Twitter a sus empleados qué prendas prefieren lucir ahora que los códigos de vestimenta se han liberalizado.

¿La combinación ganadora? “Capucha y zapatillas”, con el 38% de las preferencias. Pero “traje” quedó en un sólido segundo lugar, con el 28%. La opción que menos votos recibió fue la de lo que se describe como el “uniforme” corporativo: pantalones, saco, camisa y chaleco.

La encuesta informal refleja la incertidumbre reinante en muchos sitios de trabajo en una era en la que se ha popularizado tanto un estilo informal que hasta los grandes ejecutivos de Wall Street lo han adoptado. Goldman Sachs, con sus 150 años de historia, hizo circular esta semana un informe interno en el que decía que había llegado la hora de “adoptar un código de vestimenta más flexible” al tiempo que exhortaba a sus 36.000 empleados a “usar su buen juicio” en este terreno.

“Es un tema complejo porque no está claro lo que es aceptable y apropiado en el trabajo. ¿Un traje? Eso es fácil”, comentó Chris Bossola, director ejecutivo de Need Supply Co., un negocio de ropa de Richmond, Virginia.

Los códigos de vestimenta comenzaron a relajarse en la década de 1990, cuando las compañías instauraron el “viernes informal”, de acuerdo con Robert Burke, CEO de Robert Burke Associated, firma consultora de temas relacionados con la moda y las tiendas de vestir. La onda informal de los viernes se impuso rápidamente entre las grandes empresas tecnológicas de la Costa Occidental como Amazon y Facebook, con sus ejecutivos jóvenes.

“Goldman fue una de las que más se resistió a adoptar un código más informal”, dijo Burke.

El director ejecutivo de Facebook Mark Zuckerberg luce jeans y camisetas y proyecta la confianza digna de alguien que fundó una empresa que alteró la forma en que la gente se comunica y en que las compañías hacen publicidad. Cuando se enfundó un traje para una vista legislativa el año pasado, la gente dijo que no se veía tan seguro de sí mientras los legisladores le cuestionaban severamente las políticas de Facebook sobre privacidad.

Los jeans tal vez no sean lo apropiado para todas las situaciones, pero las grandes empresas se han tenido que acostumbrar a la idea de que compiten con las compañías tecnológicas por talento joven al que no le pasa por la cabeza la idea de lucir traje y corbata.

Goldman Sachs admitió que estaba modificando sus códigos de vestimenta para adaptarse “a la cambiante naturaleza de los sitios de trabajo”. JPMorgan Chase & Co., el banco más grande de Estados Unidos, flexibilizó sus códigos hace tres años.

La nueva tónica en Goldman Sachs la empezó a marcar su propio CEO David Solomon, quien también hace de DJ y que se ha presentado a reuniones formales sin corbata. Lo mismo han hecho los directores ejecutivos de JP Morgan Chase y Citigroup.

Entonces, ¿qué es aceptable hoy?

“Esto que tengo puesto es lo que usamos nosotros”, dijo Ed Silhan, alto ejecutivo de una empresa publicitaria, que lucía jeans negros y botas en el centro de Manhattan. “Chancletas, zapatillas… yo no usaría eso. No vengas con las gastadas zapatillas con las que juegas al básquetbol. Tienes que verte presentable”.

Hace cuatro años, Barcklays advirtió a sus empleados que no usasen jeans, chancletas ni camisetas en su sede central de Londres. Y Goldman Sachs les recomendó a sus empleados que pensasen “en su clientela tan diversa de todo el mundo” al elegir qué atuendos usar. Lo mismo hizo JP Morgan cuando relajó sus códigos hace tres años.

El “uniforme” de pantalón, saco, camisa y chaleco ha pasado a ser una especia de refugio para los empleados que tratan de sobrevivir en una cultura un poco más relajada, pero que sigue siendo terreno fértil para pasos en falso.

“Es probablemente la solución más fácil”, dijo Bossola, de Need Supply. “Lo peor que puede pasar es que el próximo lunes los empleados de Goldman Sachs se aparezcan con pantalones chinos y blusas. Lo mejor que puede pasar es que se esfuercen por lucir ropa apropiada para el campo en el que se manejan”.