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Miércoles 24 de Abril 2024

Alumnas del Politécnico generan combustible limpio utilizando agua contaminada

 

Filtrando el líquido, el cual se puede obtener de cualquier charco o canal de aguas negras, las jóvenes lograron producir hidrógeno que puede servir para alimentar hornillas y hasta estufas


Dos estudiantes de Ingeniería Química, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), lograron desarrollar un prototipo compuesto por un purificador y un electrolizador que transforma el agua negra o contaminada en combustible limpio.

El mecanismo podría ser de gran utilidad para las zonas marginadas del país, ya que puede ser fijo o portátil y permitiría generar hidrógeno para alimentar hornillas e incluso estufas.

El dispositivo, creado por dos jóvenes originarias de Hidalgo, se llama Gimfi, que en lengua otomí significa “agua sucia” y contiene un filtro con capas de algodón, arena, carbón, mármol, grava y tezontle, cuya función es retener sólidos de gran tamaño y partículas orgánicas.

Las creadoras del proyecto, Jeimmie Gabriela Espino Ramírez y Lisset Dayanira Neri Pérez, especificaron que además de generar hidrógeno, el dispositivo elimina los malos olores y colores del agua contaminada.

“Este tipo de purificadores podrían generar su propio combustible a partir del agua residual, sólo bastaría con recolectar agua sin importar su grado de contaminación”, detallaron.

 Las estudiantes de la Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas (ESIQIE) indicaron que para generar el hidrógeno por electrólisis utilizan energía eléctrica.

Sin embargo, realizarán las modificaciones pertinentes para añadirle una celda solar y convertir a Gimfi en un prototipo sustentable y de bajo costo.

Las alumnas producen hidrógeno a partir de un proceso de electrólisis que se facilita con el líquido filtrado, el cual contiene una mayor cantidad de minerales que el agua potable al ser un residuo de afluente.

Las jóvenes obtuvieron el segundo lugar en el área de Ciencias Exactas y Naturales del nivel superior en la décimo tercera edición de la Expociencias Metropolitana 2018.

Desarrollaron su prototipo durante tres años, entre estudios de agua contaminada y diversos análisis de los materiales para el filtro, lo que permitió establecer el orden y la cantidad ideal de los sustratos