www.efekto.tv
Viernes 19 de Abril 2024

El “voto rogado” español, un cuello de botella electoral

 

Por Ana María Pascual Madrid, 24 Abr (Notimex).- Este miércoles se abrieron las urnas para los españoles en el extranjero, que hasta el próximo domingo a las 8 de la tarde (hora española) podrán depositar su voto para las elecciones generales. Sin embargo, no todos los migrantes españoles podrán ejercer su derecho, debido a un […]


Por Ana María Pascual

Madrid, 24 Abr (Notimex).- Este miércoles se abrieron las urnas para los españoles en el extranjero, que hasta el próximo domingo a las 8 de la tarde (hora española) podrán depositar su voto para las elecciones generales.

Sin embargo, no todos los migrantes españoles podrán ejercer su derecho, debido a un farragoso procedimiento, el del denominado “voto rogado”, que en muchas ocasiones imposibilita que las papeletas de las votaciones les lleguen a tiempo.

“Voto rogado, voto robado” es el lema que han elegido muchos jóvenes españoles residentes en el extranjero para expresar su enfado ante la odisea de poder votar en las embajadas y consulados para las elecciones del 28 de abril.

Hoy protestaron desde sus destinos por las largas colas y la falta de personal en las oficinas consulares y, sobre todo, porque en muchos casos no les había llegado la documentación electoral imprescindible para ejercer su derecho.

Estos jóvenes han comenzado a publicar fotos con pancartas en sus redes sociales para atestiguar la situación.

El español Jacinto de la Cuerda, residente en Uruguay, denuncia en su cuenta de Twitter que “de los 59.000 españoles habilitados en Uruguay, solo 2.800 podremos votar”.

Lucía Blanco, joven periodista que se encuentra trabajando en Kenia, se lamenta de que “aún no han llegado las papeletas” el mismo día que comienza el plazo para depositar el voto.

El ingeniero Carlos Bernuy, residente en Suecia, recuerda que en las pasadas elecciones no pudo votar por los trámites establecidos, pero celebra que esta vez “lo va a conseguir”.

De los dos millones de españoles migrantes con derecho a voto, solo cinco por ciento de ellos finalmente lo puede ejercer, frente al 25 por ciento anterior a la reforma de la ley electoral, en 2011.

De momento, se han recibido 182 mil 545 peticiones de españoles residentes en todo el mundo para ejercer su derecho a voto; un ligero aumento respecto a las últimas elecciones legislativas de 2011, cuando 169 mil 658 electores españoles solicitaron poder votar, según el Instituto Nacional de Estadística.

El periplo administrativo que sufren estos migrantes comenzó en 2011 con la reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, que obliga a los españoles residentes en el extranjero a “rogar” que le sea concedido su derecho a voto.

Una serie de trámites lentos y engorrosos hacen muy difícil que el proceso culmine satisfactoriamente, por eso son pocos los migrantes que lo solicitan.

Primero hay que comprobar la inscripción en el censo como residente temporal o definitivo, y en caso contrario, hay que reclamar al consulado.

Esto conlleva mucho tiempo y la mayoría de las veces la resolución llega cuando ya se han celebrado las elecciones en España y hay un presidente investido.

Si la inscripción es correcta, hay que solicitar la documentación electoral a la delegación provincial de la Oficina del Censo electoral donde estén censados, incluyendo el certificado del Registro de Matrícula Consular.

La llegada de las papeletas depende de la eficacia de los servicios postales de los países de destino.

El gobierno socialista de Rodríguez Zapatero acometió esa reforma para evitar el fraude en el censo electoral. Por ejemplo, se detectaron errores en del registro de emigrantes, donde estaban inscritas personas ya fallecidas.

El gobierno actual prometió derogar el “voto rogado”, pero no ha llegado a tiempo debido a la falta de acuerdos parlamentarios.

Al menos, en estas elecciones se ha ampliado el plazo para que los emigrantes puedan votar hasta el mismo día de los comicios.

NTX/I/AMP/SBE/