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Viernes 29 de Marzo 2024

No, las vacunas contra Covid-19 no tienen imanes

 

Después de que se viralizó la imagen de una persona pegándose un tenedor al brazo tras recibir la vacuna anti-COVID, laboratorios desmintieron que se implanten imanes con ellas.


Tras la viralización de un video en el que una persona se pega un tenedor en el brazo tras recibir la vacuna contra COVID-19, millones de personas especularon acerca de la implantación de imanes a través de la inoculación. 

Numerosas teorías han envuelto a la inyección para protegerse del coronavirus SARS-CoV-2, entre ellas que implantan chips de control, que se trata de un arma biológica, que modifican el ADN o que incluso causan la muerte. 

Aunque las vacunas sí contienen entre sus componentes algunos metales, al igual que estos se encuentran presentes naturalmente en el cuerpo humano, la vacuna no provoca realmente este efecto. 

Las vacunas están compuestas en su mayoría por ARN mensajero, vectores virales,  virus atenuados, entre otros materiales biológicos. 

Entre los componentes declarados por los diferentes fabricantes; como los laboratorios AstraZeneca, Pfizer, Moderna, entre otros, no se declaran imanes. 

Por ejemplo, la inmunización de Pfizer contiene ARNm, lípidos, cloruro de potasio, fosfato monobásico de potasio, cloruro de sodio, fosfato dibásico de sodio hidratado y sacarosa.  

Sin embargo, hay una explicación simple acerca del fenómeno documentado en internet y que ha disparado las teorías de conspiración y noticias falsas. 

Para poder comprobar cómo el tenedor se queda pegado a cualquier brazo, se haya recibido o no la inmunización, se necesita un tenedor y agua. 

Tras mojarse las yemas de los dedos y frotarlas en su brazo fuertemente, hay que colocar el tenedor pegado al brazo, el cual permanecerá ahí por algunos segundos, pero no por efecto de la vacuna.

Las vacunas son seguras y eficaces contra el COVID-19, además que representan la mayor esperanza para vencer de manera definitiva a la pandemia.