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Jueves 28 de Marzo 2024

Choca Nuño por dreamers

 

Hay capacidad para atender jóvenes deportados, afirma SEP


Los dreamers que posiblemente sean deportados de Estados Unidos (EU) se encontrarán con otro muro en México: el académico, ya que a las instituciones de educación superior mexicana no tienen la suficiente capacidad para recibir a los jóvenes que quieran retomar sus estudios.

El director general del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Enrique Fernández Fassnacht, aseguró a CAPITALMEDIA que las decisiones de Donald Trump pondrán en un gran riesgo a la cobertura educativa en el nivel superior del país.

El contexto de la cobertura educativa no es alentador, a pesar de que el presidente Enrique Peña Nieto se propuso como meta una cobertura de 40 por ciento para 2018; actualmente están en 37 por ciento; es decir que en un año las universidades públicas, principalmente Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) e IPN tendrían que incrementar 400 mil lugares en sus casas de estudios, “y eso no lo tenemos”, reconoció el rector de la UNAM, Enrique Graue.

Se estima que en el programa de Acción Diferida para los Llegados en Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) hay cerca de 400 mil jóvenes a quienes se les deberá de atender sus necesidades académicas. Sin embargo, en los cuatro años de la administración federal actual, la UNAM incrementó su matrícula solamente en 22 mil 317 lugares, pues pasó de recibir en 2011 a 324 mil 413 estudiantes a 346 mil 730 para el año 2015.

Mientras que el IPN incrementó su matrícula únicamente a 15 mil 692 en cinco años, es decir: se paso de recibir a 162 mil 496 alumnos en 2011 a 178 mil 188 para el año 2015.

A pesar de los números, Fernandez Fassnacht afirmó “también son mexicanos y tenemos que atenderlos, por eso el reto no es nada fácil”.

Sin proyecto concreto

A pesar de la iniciativa que mando el Presidente para apoyar a los jóvenes repatriados, el director del IPN y el rector de la UNAM coincidieron en que el apoyo sólo garantiza la revalidación.

“Que quede claro, la revalidación es para aquellos que dejen inconcluso un ciclo, los que hayan concluido el bachillerato tendrán que realizar el examen de admisión”, indicó el director del IPN.

Es decir, al menos hasta el momento, no se cuenta con un proyecto para resolver el problema de la deserción escolar en el país, que resulta alarmante: de los 11 millones de jóvenes en edad de estudiar la universidad, únicamente 3.8 millones están dentro, es decir más de 7 millones de ellos entre los 18 y 29 años no tienen acceso a la educación superior. Aun con este panorama, al menos las dos universidades públicas más importantes del país debieron integrar las medidas que consideran pertinentes para la revalidación de estudios de los dreamers.

El IPN se apresuró a aprobarlo el pasado lunes 27 de febrero para mostrar “un acto de generosidad con los connacionales en Estados Unidos (EU)”.

El rector Graue Wiechers adelantó una postura en un evento público: “Lo que se nos viene es muy serio, pues podrían expulsar a una cantidad considerable de jóvenes. Esta capacidad económica no la tiene el país; aunque la tuviéramos tampoco podríamos construir universidades al vapor”.

La UNAM alista el plan para concretarse en la legislación universitaria de este marzo, de acuerdo con el coordinador de asuntos y relaciones internacionales, Francisco Trigo.

En entrevista para CAPITALMEDIA, Trigo Tavera previó que este plan emergente consistirá en facilitar, desde la página web oficial de la UNAM, que los dreamers accedan a información precisa sobre su situación Académica en EU y una vez que indiquen sus estudios serán canalizarlos con el jefe de estudios profesionales de cada facultad o entidad académica, quien le dará “una respuesta ágil en pocos días ya con la historia académica del joven, qué pudiera ser lo que le reconocemos de estudios y en qué porcentaje le revalidaríamos”.

Sin embargo, el funcionario de la UNAM aseguró que para los jóvenes será más difícil, debido a que los dreamers “aprendieron la escuela en inglés, no escriben español, en muchos casos no lo hablan correctamente, entonces no es tan fácil llegar a insertarse en nuestro sistema educativo, tendrían que tomar cursos en español como segunda lengua y acabar e perfecciona su capacidad de redacción”.

“Deben hacer un esfuerzo para ponerse al nivel de los jóvenes que cursan sus licenciaturas de forma normal en la Ciudad de México”, añadió.

En tanto que el IPN propone ofrecer una beca de mil 200 pesos mensuales a los jóvenes repatriados, ante la posibilidad de que la UNAM también ofrezca esta ayuda, el rector Graue respondió: “En este momento no tenemos recursos para ellos”.

Un obstáculo aún peor es que “también la UNAM no ofrece todas las carreras. A lo mejor tenemos que decir a algún alumno: perdón, pero aquí no y podemos asimilar en alguna de las asignaturas o de los 20 cursos que has tomado, te podemos reconocer tres o cuatro porque no es exactamente lo más afín”, detalló Trigo Tavera.