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Viernes 29 de Marzo 2024

OpiniónCapital La recomendación de la OCDE

 

Hay muchas cosas que recomponer, y la imposición de penas más severas a la corrupción y a la evasión de impuestos tiene que ser una de ellas


Muchos dirán que el “horno no está para bollos” como para que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en voz de su secretario general, el mexicano José Ángel Gurría, realice una recomendación en el sentido de que México tiene que lanzar una segunda ola de reformas porque sigue enfrentando enormes desafíos, así como un creciente proteccionismo y nacionalismo a nivel mundial, y aunque México haya realizado algunas reformas, será necesario una nueva etapa para fortalecer el estado de derecho y el mejoramiento de la calidad y capacidad de autoridades estatales y municipales.

Desde luego que este último requerimiento choca frontalmente con el espíritu de nuestra democracia que protege el arribo a las estructuras de Gobierno de cualquier persona que sea votada por la mayoría de los ciudadanos en cada municipio, distrito, estado o en la Presidencia de la República. Hasta ahora nunca se ha exigido la estructuración de un proyecto de profesiograma personal porque chocaría con el espíritu democrático de permitir la libertad para postularse a quienes reúnan los requisitos que marca la ley.

Lo más importante quizás es el llamado a la estructuración de una serie de medidas ante las que se encuentran diversas reformas complementarias en áreas como el fortalecimiento del estado de derecho, el mejoramiento de la calidad y capacidad de las autoridades estatales y municipales para alcanzar mejores condiciones en la toma de decisiones, y por consecuencia en la capacidad, eficiencia y confiabilidad de los que encabecen las estructuras en los tres órdenes de gobierno.

No resultará fácil poner en práctica este tipo de requerimientos cuando el problema de este país es que la capacidad de los hombres y mujeres que se han preparado para este tipo de tareas, no es apreciada en suficiencia por los electores, quienes en los últimos años han dado muestras de votar por los más populares o por aquellos que todo critican y se oponen con la cantaleta de que ellos lograrán hacer las cosas de forma diferente, aunque en la mayor parte de las veces resulta un fiasco.

Lo real es que aunque a muchos no les guste, tenemos que recomponer nuestro sistema tributario porque la evasión o la elusión es una perniciosa práctica de quienes cuentan con grandes capitales que mueven a su antojo con la deleznable finalidad de pagar menos. En México aquello de que tienen que pagar quienes más tienen, no es más que una entelequia.

Hay muchas cosas que recomponer, y la imposición de penas más severas a la corrupción y a la evasión de impuestos tiene que ser una de ellas.

Por mucho que se niegue, en nuestro país pocos corruptos van a la cárcel, y pocos empresarios tributan como se debe, y eso quiere decir que elusión y evasión siguen siendo la constante. Claro que necesitamos las reformas que apunta José Ángel Gurría, pero más que nada necesitamos cambiar nuestra vocación por la pobreza, ese mal fario que nos tiene al borde del colapso como sociedad y como nación. Y no es endulzándole el oído a la gente como vamos a resolver nuestros problemas. Al tiempo.

Vladimir Galeana/@vladimirgaleana

*Esta opinión no refleja necesariamente la de este sitio informativo

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