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Jueves 28 de Marzo 2024

Profesores chilenos rechazan la respuesta del gobierno

 

SANTIAGO DE CHILE (AP) — Los profesores de la educación pública chilena rechazaron el lunes la respuesta del gobierno a sus exigencias y comenzaron la tercera semana de un paro que afecta a centenares de miles de estudiantes. Tras una votación nacional, los maestros decidieron seguir en paro por un 91,8%, informó el líder del […]


SANTIAGO DE CHILE (AP) — Los profesores de la educación pública chilena rechazaron el lunes la respuesta del gobierno a sus exigencias y comenzaron la tercera semana de un paro que afecta a centenares de miles de estudiantes.

Tras una votación nacional, los maestros decidieron seguir en paro por un 91,8%, informó el líder del gremio docente, Mario Aguilar.

El hecho de que la huelga continúe es un mensaje al gobierno para “hacerse escuchar, a que tengamos respuestas reales, satisfactorias, a los problemas reales que hemos planteado”, indicó.

Según afirmó horas antes la ministra de Educación, Marcela Cubillos, el motivo principal que derivó en la extensión del movimiento de protesta fue el rechazo del gobierno a pagar una bonificación a los maestros de educación diferencial, especializados en niños con necesidades especiales.

“Hoy día es imposible por la situación fiscal”, explicó Cubillos, quien precisó que pagar lo exigido tendría un costo de 30.000 millones de pesos, unos 43 millones de dólares.

Entre una docena de peticiones los educadores también piden el pago de una deuda pendiente hace 38 años con 76.000 profesores, anular la decisión que transformó las asignaturas de historia y educación física en opcionales en los dos últimos años de la enseñanza secundaria, seguridad laboral y el fin de la “recarga laboral” que deriva en una doble evaluación profesional.

Aguilar ha afirmado que al paro se plegaron el 80% de los profesores públicos, mientras el gobierno asegura que es el 19%. Los alumnos sin clases son cerca de un millón, según el dirigente.

Alrededor del 30% de los más de tres millones de alumnos chilenos estudian en escuelas públicas, incluidos los hijos de las personas con menos ingresos.