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Viernes 19 de Abril 2024

Confinamiento por Covid-19 ha alterado el sueño de los mexicanos debido al estrés, ansiedad y angustia

 

El sueño es un fenómeno biológico, fisiológico y conductual en el que se regulan y metabolizan diversas hormonas que permiten estabilidad biológica, necesaria para la vida, el desarrollo y el aprendizaje.


Investigadores del Instituto Politécnico Nacional afirmaron que el periodo de confinamiento a causa de la pandemia del coronavirus ha impactado en la calidad y cantidad de descanso nocturno, lo que ha afectado el desarrollo del ciclo del sueño de la población.

A esto se agrega la falta de actividad física, el exceso en la ingesta de alimentos con baja cantidad de nutrientes, el estrés medioambiental, emocional y celular, lo que impacta en la funcionalidad fisiológica y biológica de las personas, afirmó Víctor Aguilera-Sosa, profesor e investigador del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

Manifestó que durante el confinamiento la población presenta insomnio en sus diferentes tipos, como es el de inicio, relacionado con estrés; el intermedio, vinculado con procesos ansiosos y de angustia o el insomnio final, que se presenta a las 4:00 o 5:00 de la mañana y está directamente relacionado con distimia o depresión.

Explicó que el sueño es un fenómeno biológico, fisiológico y conductual en el que se regulan y metabolizan diversas hormonas que permiten estabilidad biológica, necesaria para la vida, el desarrollo y el aprendizaje.

“Dentro de los trastornos que se presentan en este periodo de contingencia está el de la fase atrasada del sueño, que es el desfase que vive la población al tener que realizar tanto escuela como trabajo en casa, ya que si antes se dormía, por ejemplo, a las 21:30 o 22:00 horas, con el fin de llegar a tiempo a sus labores al siguiente día, ahora se duerme pasada la medianoche, pero existe la necesidad de levantarse temprano para retomar las actividades virtuales y justo ahí es donde hay un acortamiento de las fases del sueño”, comentó.

Expuso que el sueño se divide en cinco etapas, que van de la transición vigilia a sueño, sueño ligero hasta sueño Delta en las que se generan una serie de procesos vitales para el ser humano como la regeneración del tejido muscular o la secreción de la hormona del crecimiento, que en la fase V, conocida como REM (movimientos oculares rápidos), con sueños intensos, vívidos e inverosímiles, semtiene un alto gasto energético cerebral ya que aquí se consolida lo aprendido durante el día y se fortalecen los procesos de memoria.

Agregó que hay personas, sobre todo adultos mayores, que duermen pequeñas siestas durante el día, por la noche presentan un sueño fragmentado, entonces se empieza a invertir el ciclo circadiano. Niños y adolescentes, expuestos a pantallas y videojuegos, también se ven afectados en sus hábitos nocturnos, un factor que contribuye a alterar la cantidad y calidad del sueño.