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Jueves 28 de Marzo 2024

En Uruguay, farmacias se niegan a vender marihuana; dicen que los asaltarán

 

Uruguay, 6 de julio de 2016.- Rossana Rilla es dueña de una farmacia desde hace 28 años y perdió la cuenta de las veces que la han robado. “Me golpearon, me arrastraron por el piso, me dislocaron los dos hombros. Una vez vinieron con una granada, en la puerta hay un balazo. Un cliente quedó tartamudo […]


Uruguay, 6 de julio de 2016.- Rossana Rilla es dueña de una farmacia desde hace 28 años y perdió la cuenta de las veces que la han robado. “Me golpearon, me arrastraron por el piso, me dislocaron los dos hombros. Una vez vinieron con una granada, en la puerta hay un balazo. Un cliente quedó tartamudo porque le amartillaron un revólver en la cabeza”, cuenta la mujer.

En medio de un ambiente de creciente inseguridad, Rilla no quiere saber nada de vender marihuana en su farmacia del barrio de Palermo, en Uruguay, de clase media-baja. Siente que es como buscarse problemas.

Cuenta que ya varias personas sospechosas, seguramente traficantes de drogas, se acercaron a preguntar si venderá marihuana: “Uno les ve las caras y ya sabe que no son clientes, que no vienen por interés en comprarla”.

Igual que Rilla, la mayoría de los farmacéuticos uruguayos ven con recelo el programa pionero del gobierno, por el cual en las próximas semanasse comenzará a vender legalmente marihuana en las farmacias y no piensan ofrecerla.

Solo 50 de 1.200 farmacias se inscribieron para vender la droga, complicando la implementación de una ley que el Parlamento sancionó el 10 de diciembre de 2013 y que transformó a Uruguay en el primer país del mundo en tener un mercado legal de esta hierba desde su siembra hasta su venta al público.

“No ha habido un gran interés en sumarse al sistema, por varios factores. En general, la clientela no está de acuerdo y así lo hacen saber. Y, además del temor a los robos, sumarse al sistema implica una suba de costos y estar al día con todos los papeles y habilitaciones que exige el Ministerio de Salud Pública, y no todas las farmacias están en esas condiciones”, dijo a la Associated Press Isabel Regent, dirigente de la Asociación de Farmacias de Interior, una gremial que reúne a comercios de fuera de Montevideo.

“No veo la necesidad de entrar en conflicto con la gente que ya vende marihuana en el barrio. En el barrio los ves vender y los conoces, algunos apenas saben hablar pero manejan camionetas de novela”, acotó a la AP Marcelo Trujillo, dueño de tres farmacias en el barrio del Cerro, mientras un vidriero reparaba uno de los ventanales de una de sus farmacias, recientemente roto en un intento de robo.

“No quiero exponerme ni exponer a mis empleados”, agregó.

La inseguridad es una preocupación constante. El gobierno ha convocado a la oposición para estudiar medidas de consenso para frenar la ola de delincuencia. Según cifras oficiales, en 2015 hubo 21.129 rapiñas (robos con violencia), un 5% más que en 2014. El 81,2% ocurrió en Montevideo. Además, en 2015 hubo 108.755 robos sin violencia, un 2,7% más que en 2014.

“Yo no tengo las condiciones de seguridad para vender marihuana”, dijo Mariana Etchessarry, de otra farmacia del Cerro. “No entiendo por qué no la venden en las comisarías, que están en todos los barrios, tienen seguridad y están abiertas las 24 horas”.

“Yo me opongo por principios” a la venta de marihuana, afirmó Julio Gadea, que hace 40 años trabaja en el ramo, en la puerta de su farmacia en el barrio de la Aguada. “Hace 40 años que soy farmacéutico. Las farmacias fueron creadas para vender medicamentos, no droga“.

Uno de los 50 dueños de farmacias que sí se adhirió al sistema piensa todo lo contrario. “Siempre estuve a favor. Nosotros somos idóneos en la venta de drogas, somos especialistas. Vendemos todas las drogas legales. Y si la marihuana pasó a ser legal, no hay razón para no venderla”, dijo, con su túnica blanca, detrás del mostrador de su farmacia en el acomodado barrio de Pocitos.

La salida de la marihuana a la venta será acompañada con una campaña publicitaria advirtiendo de los riesgos de consumirla. “Parece contradictorio, pero no lo es. Protegemos la salud de todos: prevenimos para que no se consuma, pero cuidamos también a quienes optan por consumir”, agregó el vocero oficial.

Según la ley, cada persona interesada, previamente registrada, podrá comprar 40 gramos de marihuana por mes en las farmacias.

También, para aquellos que en lugar de comprar la marihuana prefieran sembrarla, se habilitó la posibilidad del cultivo personal de hasta seis plantas y la de asociarse en clubes para su consumo que podrán tener entre 15 y 45 socios y 99 plantas.

Hasta el momento hay 4.362 cultivadores personales registrados y 21 clubes ya habilitados o en vías de serlo.

AP