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Jueves 18 de Abril 2024

La hipocresía de Maduro

 

OPINIÓN/ COLUMNA/ Eduardo Ruiz-Healy West Texas Intermediate (WTI) valía 18.32 dólares. En marzo de 2013, al morir Chávez, valía 102.20 dólares. Los precios cayeron en 2009 debido a la Gran Recesión, pero en 2010 de nuevo subieron para mantenerse altos hasta agosto de 2014.   Se estima que entre 1999 y 2014 Venezuela obtuvo por […]


OPINIÓN/ COLUMNA/ Eduardo Ruiz-Healy

West Texas Intermediate (WTI) valía 18.32 dólares. En marzo de 2013, al morir Chávez, valía 102.20 dólares. Los precios cayeron en 2009 debido a la Gran Recesión, pero en 2010 de nuevo subieron para mantenerse altos hasta agosto de 2014.

 

Se estima que entre 1999 y 2014 Venezuela obtuvo por sus exportaciones petroleras casi un billón de dólares –961 mil millones para ser exactos–, lo que equivale a un promedio 56 mil 500 millones de dólares anuales durante ese periodo.

 

Durante los años de la bonanza petrolera, los gobiernos de Chávez y Maduro no hicieron nada para desarrollar una infraestructura moderna y promover un sector privado capaz de satisfacer el mercado interno y competir exitosamente a nivel mundial.

 

¿A dónde se fueron todos los petrodólares? Gran parte a los bolsillos de Chávez, Maduro y sus cómplices, otra sirvió para indemnizar a las empresas que fueron expropiadas por el gobierno socialista, cientos de millones se destinaron a subsidiar los muchos servicios y productos que las entidades públicas y paraestatales les proporcionan a los venezolanos, millones más sirvieron para mantener a quien sabe cuántas personas que no trabajan, cantidades importantes se fueron para apoyar a los gobiernos socialistas de Cuba, Nicaragua, Bolivia y otras naciones, y todavía sobró para enviar misiones médicas a diversos países, entre ellos México.

 

La gran revolución bolivariana se vino abajo junto con los precios del petróleo y hoy Venezuela es un país quebrado, sin una economía funcional y obligado a importar gran parte de los alimentos que consumen muy pocos de los ahora desnutridos venezolanos.

 

Curiosamente, mientras que Delcy Rodríguez califica a México de ser parte de la “camada de perritos simpáticos del imperio”, su gobierno compra cada vez más alimentos a empresas mexicanas, entre ellas Unidespensas y El Sardinero, las cuales le venden al gobierno de Maduro millones de despensas de alimentos, las cuales empacan en cajas de cartón en las que aparecen las efigies de Chávez y Maduro.

 

Entiendo que El Sardinero y Unidespensas quieran hacer buenos negocios; lo que no entiendo es que se presten a enviar sus productos en cajas que promueven a dos tiranos, entre ellos al hipócrita de Nicolás Maduro.

 

@ruizhealy

 

Eduardo J Ruiz-Healy

 

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