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Jueves 28 de Marzo 2024

Sin apoyos económicos, México no podrá tener su propia vacuna anticovid, advierten especialistas

 

Investigadores nacionales se han involucrado en la realización de proyectos para contar con una inoculación mexicana contra el virus SARS-COV-2, a pesar del insuficiente soporte gubernamental.


Hace falta financiamiento y apoyos económicos para que México pueda tener su propia vacuna contra el Covid-19, afirmaron expertos de diversas instituciones académicas.

Al participar en la segunda parte de la serie UAM ConCiencia, los especialistas dijeron que se cuenta con la calidad y la capacidad científica para la elaboración de la vacuna en el país, pero el problema es la falta de recursos, por lo que hicieron un llamado a las autoridades gubernamentales para invertir más en ciencia y tecnología.

“Aún estamos a tiempo de rectificar, porque si nuestro país sigue sin invertir en ciencia y tecnología corremos el riesgo de un atraso permanente”, alertó la doctora María Concepción Gutiérrez Ruiz, Profesora Distinguida de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), en una cápsula del espacio de diálogo entre especialistas, sociedad y comunidad de la Casa abierta al tiempo.

Manifestó que investigadores nacionales se han involucrado en la realización de proyectos para contar con una inoculación mexicana contra el virus SARS-COV-2, a pesar del insuficiente soporte gubernamental, por lo que la gran mayoría ha buscado cómo autofinanciarse y establecer métodos de donación en cada una de las organizaciones.

“Una nación que restringe su inversión en ciencia básica difícilmente podrá aplicarla para el avance tecnológico, lo que la limitará a copiar técnicas y, por supuesto, no contribuirá al progreso humano”, declaró la académica del Departamento de Ciencias de la Salud de la Unidad Iztapalapa.

El doctor Juan Joel Mosqueda Gualito, responsable del Laboratorio de Inmunología y Vacunas de la Universidad Autónoma de Querétaro, dijo que los mexicanos “debemos entender que las inmunizaciones son caras de producir y que el porcentaje de éxito es muy bajo, por lo que muchas empresas no quieren hacerlo hasta que se está en Fase 3 de los ensayos clínicos”.

Sin embargo, agregó, “se requiere apostar más a la ciencia en cuestión de recursos, porque mientras no tengamos esa solvencia seguiremos dependiendo del extranjero” en este aspecto.

Por su parte, José Manuel Aguilar Yáñez, presidente y director de Tecnología del Instituto Gould-Stephano, A. C., considero fundamental que México haga biológicos, no sólo en una plataforma sino en todas las que puedan crearse a partir de lo que se sabe hacer aquí con mucha calidad, con el fin de estar preparados contra cualquier enfermedad y no sólo en cuanto a los coronavirus y sus variantes.

El país debe “fortalecerse en toda su infraestructura, en capacitar personas y generar empleos con la fabricación de esos mismos fármacos, que también estamos buscando a través de la tecnología, pues hemos hecho una excelente labor como científicos y esperemos que el resto de los actores se sume a este esfuerzo”.

Mauricio Comas García, adscrito a la Facultad de Ciencias y del Centro de Investigación en Ciencias de la Salud y Biomedicina de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, señaló la necesidad de replantear “cómo importamos y exportamos y cómo pensamos en la ciencia”, pronunciándose porque esta pandemia “obligue a tratar de refundarnos como personas y sociedad, porque si no aprendemos de ella estamos condenados a repetir muchos errores”.

Finalmente, Laura Palomares Aguilera, directora del Instituto de Biotecnología, campus Morelos, UNAM, se refirió al valor de la ciencia básica, ya que “sin ella no tendríamos estas vacunas que se han desarrollado tan rápido y, sin duda, tampoco el trabajo que estamos efectuando diversos grupos de indagación”, por ejemplo, el Instituto de Biotecnología de la UNAM produce una inoculación basada en tecnología recombinante, pero debió hacer una pausa por la falta de financiamiento, orientando los esfuerzos a habilitar un laboratorio con nivel tres de bioseguridad.