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Viernes 19 de Abril 2024

¿Sabes por qué se festeja el Día de San Valentín?

 

Valentín era un obispo cristiano de Roma en el año 270 d.C.


Cada 14 de febrero se celebra el Día de San Valentín o el Día del Amor y la Amistad.

¿Pero, sabes por qué se celebra este día?

Valentín era un obispo cristiano de Roma en el año 270 d.C.

Todo se originó debido a que en ese entonces el gran imperio de Roma se encontraba en decadencia, debilitado y perdiendo batallas contra sus rivales.

Por dicho acto, el emperador Claudio III, consideró que los hombres casados rendían menos en los combates por estar emocionalmente ligados a sus familias y preocuparse más por su familia.

Después de analizar esto, Claudio III ordenó prohibir el matrimonio.

Sin embargo, el obispo Valentín no estuvo conforme con esta decisión, por lo que en secreto comenzó a unir en sagrado matrimonio a las parejas de jóvenes enamorados que acudían a él.

Pero no fue suficiente, ya que la noticia llegó a oídos de Claudio II, por lo que detuvo a Valentín y lo obligo a que renunciara al cristianismo pero este se negó y lo condenó a morir.

Fue durante las últimas semanas de su vida que uno de sus carceleros reconoció en Valentín a un hombre de letras y llevó a su hija Julia -ciega de nacimiento- para que recibiera lecciones de él.

Ante esto, Valentín le leyó cuentos de la historia romana, le enseñó aritmética y le habló de Dios. Julia aprendió a ver el mundo a través de los ojos de Valentín, hasta que finalmente las sucesivas súplicas de la joven de poder ver fueron escuchadas.

En el lecho de su muerte, Valentín le escribió una última carta a Julia pidiéndole que se mantuviera cerca de Dios y la firmó “De tu Valentín”, sin saber que de esa manera daba origen a la tradición de enviar mensajes de amor en esta fecha tan particular.

Valentín fue ejecutado al día siguiente, el 14 de febrero del año 270.

El primer Día de San Valentín fue celebrado el 14 de febrero de 494. La fiesta fue oficial en la Iglesia católica, hasta que el papa Pablo IV dejó de celebrarlo y en durante el Concilio Vaticano II, en 1969, se eliminó del calendario litúrgico.